Con la música como fuerza unificadora, quiero ayudar a artistas de otros países a establecerse y crear una vida en Suecia.

La integración y los encuentros fructíferos entre diferentes culturas están muy cerca de mi corazón desde hace mucho tiempo. Llegué a Suecia desde Chile hace catorce años y tengo mis propias experiencias de lo difícil que puede ser establecerse en un nuevo país. Pero en la música encontré un puente hacia la sociedad y el compañerismo con los demás.

Hay muchas cosas que nos frenan a los inmigrantes. Pero en la música hay una comunidad automática. No necesitáis un idioma especial, de todos modos os entendéis. Se trata mucho de emociones. Tienes la oportunidad de expresar frustración, alegría o esperanza. La música me ayudó a hacer contactos y encontrar trabajo.

Por eso he dedicado mi vida a brindarles a otros las mismas oportunidades. Durante varios años he dirigido varios proyectos de integración en Skåne con la música como denominador común.